Miedo del escritor

La quietud de un estado conciente, traspasa los límites de la racionalidad y danza en el silencio de la mente.
¡Nada! El vacío de las palabras no encontradas, de las frases no elaboradas y los versos consumidos en la exigente lógica del deber.
Revuelvo los temas que podría dibujar en palabras y descubro nada, como un solitario y olvidado espacio del que no queda ni el recuerdo.
Capto simples sensaciones físicas, como si el corazón también hubiera sido invadido por la furia mental.
Nada! Ni palabras, ni sentires cálidos que puedan inspirar mi pensamiento para hacer posible la escritura...
Como el escalofriante miedo de un guerrero sin su armadura
.

El mismo Peso

Adelante, en medio del bullicio urbano,
un campesino atormentado,
pide un peso
para alimentarlo.

Al costado, un niño de 5 años
con el rostro seco
y los ojos enlagrimados,
espera el peso
que acabará el lamento
de su padre desesperado.

Al otro lado, separada por la avenida,
me encontraba observando
aquella escena cotidiana, pensando
lo diferente que son nuestras vidas,
buscando el mismo peso:
para algunos es la vida,
y para otros, solo un centavo.

El Adiós

Un inexplicable desconsuelo,
en la corta mirada que me dieron tus ojos.
Una gota de agua,
en la sombra de tus entrañas.
Un incontrolable pensamiento,
que me lleva a tu recuerdo.
Y un interminable Adiós,
en la noche estrellada
.

La Pausa

Sobre tu nombre,
escribo la pausa en el camino
que elegí seguir.

Ser Mujer

Ser mujer significa darle al mundo un toque de belleza y dulzura;
significa darle un poco de valentía y fortaleza a la existencia.
Ser mujer significa toda una trayectoria de roles a través de los años: el de hija, amiga, novia, hermana, madre… Y desde cada uno de estos roles, ser mujer significa teñir de esperanza la vida de quienes nos acompañan. Porque desde nuestra sabiduría femenina, nuestra sensibilidad y comprensión, brindamos con facilidad, ese elemento indispensable: el Amor.

… Y qué sería del mundo, sin nuestro vientre para hacer posible la existencia;
sin nuestros senos para alimentarla, sin nuestros sueños para habitarla…