Al Conocerte

Al conocerte, mis ojos te recordaron como una clara imagen; una imagen al parecer inalcanzable, quizá impensable. En ese entonces eras simplemente una idea, un papel en blanco y una silueta.

Tal vez nos encontramos varias veces en medio de nuestro andar, pero sólo hasta ese instante pude conocerte. Así empezaron las causalidades de la vida, aquéllas que nos llevaron a conversar, a preguntar y a sentirnos más cerca.

Al conocerte, el silencio interno de mi cuerpo se volvió enamoramiento, y los temores de mi mente respiraron confianza; mis ilusiones despertaron de una prolongada decepción y pude volver a creer en la utopía de mis sueños.

Conocerte ha sido, convertir la inseguridad en expresión, cambiar la idea de lo imposible por las creativas ocurrencias; reconocer nuestros errores y aprender. Ha sido comprobar que los miedos están en la mente, y que somos más fuertes que ellos.
Conocerte ha sido un regalo de la vida, la recompensa a mi constante deseo de encontrarte, y la esperanza de poder amarte en cada instante...