El desafío de Construir relaciones positivas

La complejidad de las relaciones humanas, no se debe tanto a las diferencias entre las personas (porque siempre habrán), sino principalmente a la dificultad que tenemos para desprendernos de ideas, creencias y juicios, que limitan nuestra forma de comunicarnos y relacionarnos. Estamos predispuestos a pararnos firmes en nuestra posición para ganar siempre la “batalla” en las relaciones.

Norberto Levy, autor de La Sabiduría de las Emociones, plantea la necesidad de empezar a habituarnos con prácticas sencillas para resolver conflictos y construir relaciones positivas. Transformar el enojo que destruye al enojo que resuelve, es una de sus principales propuestas.

Para comprender su planteamiento te propongo un pequeño ejercicio mental: Recuerda una persona con la que recientemente tuviste un desacuerdo, conflicto o discusión. Recuerda qué le decías, si es que lo hiciste, y de qué forma lo expresaste ¿Fue a través de reproches o descalificaciones?


Ahora, te pido que tomes unos minutos para que visualices esta misma escena imaginando que, esta vez, le hablas a esa persona, contándole directamente lo que te molestó o con lo que no estuviste de acuerdo; evita el reclamo y la crítica, pues ésta es una forma de buscar un culpable en una situación que es de dos partes. Después, imagina que le propones una solución a esta persona, pidiéndole lo que necesitas, sin imponer tu posición. Cuando propones y no impones, eres conciente que puedes recibir un sí o un no como respuesta, por lo tanto, estás dispuesto a ser flexible en tu posición. Finalmente, visualízate escuchando a esa persona, para lograr encontrar compromisos mutuos y una satisfactoria solución.

Cuando estamos dispuestos a mirar desde los ojos del otro, y ponernos en sus zapatos, podemos enriquecernos con otras perspectivas y estamos abriendo nuevas posibilidades de resolución. Por esto, empieza a reflexionar sobre qué creencias te están limitando: Creo que la vida es una eterna batalla, en el que mi objetivo último es ganar; por lo cual vivo en una atmósfera emocional de guerra continua. O por el contrario, creo que en un conflicto es posible encontrar una solución que beneficie a todos; entonces vivo buscando la armonía como un desafío continuo.
Después, pregúntate: ¿Verifico lo que creo y corroboro mis juicios antes de actuar?, ¿Trato de castigar al otro con ironías o insultos? ¿Expreso directamente y con claridad lo que necesito y pienso? ¿Estoy dispuesto a cambiar mi posición y encontrar una que nos satisfaga a ambos?

El desafío de construir relaciones positivas es una invitación para que encuentres el bienestar y descubras la riqueza de los aprendizajes que puedes tener relacionándote con otro que es diferente, pero que, como tú, también sueña, piensa y siente.